Desde los principios de la historia la naturaleza ha jugado un rol vital en nuestra expresión creativa. Las tierras, aguas y otros elementos que nos rodean se convierten en musas para algunos artistas, y aquí van algunos ejemplos.
Ran Ortner empezó a surfear en playas californianas a los 18 años. Siguió con su afición a lo largo de su vida y las emociones del mar se convirtieron en el eje central de sus trabajos. Sus pinturas simplemente abruman con su gran tamaño y las olas hiperrealistas que parece que salgan del lienzo. Fuente: http://urbanpeek.com/
El artista Olafur Eliasson llevó literalmente el exterior al interior llenando el Louisiana Museode Arte Moderno de Dinamarca de piedras y tierra, asemejándose a un «Riverbed”, que es también el nombre de la exposición. Olafur quería que el visitante no sólo se pudiera sumergir en la autenticidad de la instalación y la obra de arte, sino que también se experimentara el contraste de la exposición y la verdadera naturaleza. Fuente: http://www.ignant.de/
En la instalación The Weather Project, también por Olaf Eliasson, representaciones del sol y el cielo dominaron la Sala de Turbinas. Una niebla fina impregnaba el espacio, como si viniera flotando desde el exterior. A lo largo del día la niebla se acumulaba en tenues formaciones en forma de nube antes de disiparse en el espacio. Fuente: www.tate.org.uk
Tokujin Yoshioka presentó ‘crepúsculo’ durante la Semana del Diseño de Milán de 2011. En la sala de exposición Moroso, Yoshioka inundó un espacio en blanco con infinitos rayos de luz, creando la escena de una nube con rayos crepusculares que permitió a los visitantes tener una experiencia casi celestial. Fuente: http://www.designboom.com/